En primer lugar, siempre, siempre, pregunta por el código de vestimenta de tu lugar de trabajo. Como regla general, las ultra minis, los escotes profundos y los tejidos transparentes no lucen bien. Recuerda, sobre todo, que lo que en una oficina puede pasar por aceptable en otra puede causarte un memo al expediente. En todo caso, formalidad no significa rigidez. Los layers, convenientes además en un país en el que pasamos de los noventa grados del exterior a las temperaturas polares de los interiores climatizados, te permiten darle un toque elegante a piezas sencillas. Busca chaquetas, boleros y suéteres que también sirven para dar vida a ropa que lleva varias temporadas en tu clóset. Aquí te damos varios ejemplos.
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